

La importancia del diagnóstico temprano de la esclerosis múltiple radica en que previo al diagnóstico ya hay evidencia de inflamación, desmielinización y por ende, neurodegeneración o pérdida axonal. Cuanto antes se llegue al diagnóstico de certeza, antes se puede iniciar el tratamiento para retrasar la progresión de la enfermedad.
El transcurso de la enfermedad abarca desde un período preclínico donde el paciente está en riesgo de padecer EM, el período asintomático donde tal vez ya presenta lesiones desmielinizantes pero todavía no ha manifestado ningún síntoma y el período sintomático, que es donde finalmente acude a la consulta médica. Como los síntomas iniciales de EM son variados e inespecíficos, el camino que tienen que atravesar los pacientes para obtener el diagnóstico suele ser largo y complicado.
Se sospecha de esclerosis múltiple en jóvenes que presentan de manera repentina visión borrosa, visión doble o problemas de movilidad y alteraciones de la sensibilidad, sobre todo cuando los déficits son multifocales e intermitentes. Múltiples enfermedades pueden manifestar síntomas y signos similares a EM por lo que es importante descartar los posibles diagnósticos diferenciales.


Durante la consulta médica, generalmente con un neurólogo especializado, el paciente debe descubrir todos los síntomas que ha presentado, incluso los que no estén presentes durante la visita. Síntomas fluctuantes o intermitentes y el antecedente de exacerbaciones y remisiones, orienta al diagnóstico de EM.
Luego se realizará una resonancia magnética (RMN) de cerebro y/o médula espinal dependiendo de los síntomas del paciente. La RMN permitirá detectar áreas de desmielinización recientes y áreas de desmielinización de larga duración, al inyectar contraste o gadolinio durante la RMN.
El diagnóstico de esclerosis múltiple requiere la evidencia de lesiones desmilizantes en el sistema nervioso central separadas en el espacio y en el tiempo. Es decir, la presencia de lesiones en diferentes áreas del sistema nervioso central (espacio), separadas por períodos de exacerbaciones y remisiones (tiempo).

A veces no alcanza con los síntomas presentes, el historial de recaídas y remisiones, la evaluación clínica y la resonancia magnética para lograr el diagnóstico. En estos casos es necesario realizar otras pruebas para obtener información adicional, como la punción lumbar o los potenciales evocados.
La punción lumbar permite obtener una muestra de líquido cefalorraquídeo. La presencia de más proteínas que lo normal y/o un patrón específico de anticuerpos ayuda a establecer el diagnóstico de esclerosis múltiple.
Aclaraciones importantes
El diagnóstico de EM es complicado y lleva bastante tiempo por varios motivos:
Los síntomas son inespecíficos y es difícil que el paciente acuda inicialmente a un neurólogo. Suelen comenzar en atención primaria, donde no tienen una respuesta concreta para la fatiga o el hormigueo y se van sin diagnóstico ni tratamiento.
Diferente es el caso del debut con síntomas visuales, ya que es bastante más alarmante que un hormigueo o debilidad de miembros. Suelen visitar a un oftalmólogo que los deriva a un neurólogo.
Paso 1
Médico de atención primaria - Visita al oftalmólogo.
Paso 2
Consulta con neurólogo. (Es decir, hace un desvío por el oftalmólogo antes de continuar su camino diagnóstico).
Paso 3
Incluye varias visitas al neurólogo para una extensa evaluación neurológica y física, con el fin de documentar todos los síntomas, tanto los presentes como aquellos que tuvo el paciente previo a este paso.
Paso 5
Pasar por el camino adicional de estudios alternativos.
Paso 6
Finalmente, los pasos 6 y 7 son directamente RMN. El protocolo para diagnosticar EM es riguroso y específico, requiere la documentación en RMN de lesiones desmielinizantes en diferentes zonas del SNC (espacio) y en diferentes tiempos. Esto es así ya que la EM puede progresar a discapacidad y va a tener implicancias en el sistema de salud y en el estado, no se puede permitir hacer un diagnóstico erróneo. De ahí que se prioriza descartar todos los posibles, diagnósticos diferenciales y efectivamente demostrar las lesiones características como lo pide el protocolo.
Paso 7
En este último paso ya deberíamos proceder a tener nuestro diagnóstico.