Si vamos a viajar, elegir un lugar que guste a todos.
También es importante, si viajamos con niños pequeños, pensar en el horario del viaje y en la duración, y llevar juegos didácticos para entrenerlos. Un viaje agotador puede ser el mal comienzo de las vacaciones en familia.
Intentar alejarnos un poco de rutinas y programas muy rígidos.
A veces nos cuesta sacarnos el traje de las obligaciones para relajarnos y disfrutar. Las vacaciones tienen que ser fundamentalmente tiempo de ocio.
Durante las vacaciones solemos elegir comer afuera con mayor habitualidad.
Seleccionar el lugar, la comida variada, y los horarios de menor concurrencia Reserva es recomendable especialmente con niños chiquitos para evitar la espera en la que se ponen impacientes porque se aburren y eso nos termina poniendo nerviosos a nosotros.
A la hora de elegir actividades, es importante considerar los intereses de todos.
Pero también tener una actitud flexible para acompañar a otros, y otras veces me acompañaran a mí.
Alejarnos de la tecnología y darle a nuestra mente un respiro de pantallas.
Juegos de mesa, actividades al aire libre, lectura, manualidades, y un sinfín de alternativas que en a veces en las corridas del día a día no tienen cabida.
Con mayor tiempo libre.
Puede ser una buena oportunidad para generar conversaciones más íntimas, hablar sobre cómo estamos, cómo nos sentimos, y hacer balances.