¿Qué es la policitemia vera?
La policitemia vera es la neoplasia mieloproliferativa más frecuente. Se caracteriza por un aumento del número de eritrocitos, leucocitos y plaquetas morfológicamente normales, destacando la eritrocitosis. Esto se debe a que las células hematopoyéticas de la médula ósea, encargadas de producir la sangre, se desarrollan y reproducen en exceso.1,2
¿Cuáles son sus causas?
La policitemia vera se debe a una mutación en una célula madre hematopoyética. Más del 90% de las personas con policitemia vera presentan una mutación en el gen JAK2, en especial, la mutación JAK2V617F. Dicha mutación causa una mayor producción de todos los tipos de células sanguíneas: glóbulos rojos (eritrocitos), glóbulos blancos (leucocitos) y plaquetas.1
¿Cuáles son los síntomas de la policitemia vera?
El exceso de glóbulos rojos incrementa el volumen de la sangre y la vuelve más espesa (hiperviscosidad), dificultando su paso a través de vasos sanguíneos de pequeño calibre, incrementando el riesgo de trombosis.1,2
La hiperviscosidad predispone a la trombosis macrovascular, lo que puede provocar accidente cerebrovascular, trombosis venosa profunda, infarto de miocardio, oclusión de la vena o arteria de la retina o, particularmente en mujeres, síndrome de Budd-Chiari.2,4,5
También pueden ocurrir eventos microvasculares como ataque isquémico transitorio, eritromelalgia y migraña ocular.2,4,5
Algunos pacientes pueden tener sangrado o hemorragias, tales como epistaxis, gingivitis o sangrado gastrointestinal.2,4,5
Los síntomas incluyen:

Debilidad o cansancio

Dolor de cabeza

Cambios en la visión

Mareos

Insomnio

Dificultad respiratoria (disnea)

Picazón al contacto con agua caliente
