Prácticas de diagnóstico temprano - Cancer de mama

Dia Internacional de la lucha contra el cancer de mama

Las pruebas de detección temprana o screening del cáncer de mama consisten en revisar las mamas para detectar el cáncer antes de que aparezcan signos o síntomas avanzados de la enfermedad. Estas son de gran importancia debido a que en la mayoría de los casos el cáncer de mama es una enfermedad que suele no presentar signos ni síntomas evidentes durante sus estadios iniciales, y al lograr detectar la enfermedad de manera temprana, aumenta la tasa de éxito del tratamiento hasta en un 90%. Hablá con tu médico sobre cuáles son las pruebas de detección del cáncer de mama adecuadas para vos y cuándo deberías hacerlas.

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En la detección temprana del cáncer de mama, una mujer se somete a uno de los siguientes exámenes: la visita médica y los estudios por imágenes.

El screening de cáncer de mama puede incluir:

Autoexploración mamaria mensual.
Exploración mamaria anual a cargo de un profesional de la salud.
Mamografía.
Resonancia magnética si la mujer tiene un mayor riesgo de padecer cáncer de mama.

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01. Visita médica

Una visita médica o examen clínico de las mamas es un examen realizado por un médico o una enfermera que usa sus manos para detectar bultos u otros cambios, tanto en las mamas como en las axilas.
Si lo considera necesario, el profesional de la salud correspondiente podrá indicar la realización de una mamografía, ecografía u otra práctica de detección temprana.

Esta práctica es la primera en realizarse para el cuidado y detección temprana del cáncer de mama, y se recomienda practicarla de manera anual, o en caso de detectar cualquier anomalía en los senos. La visita médica o examen clínico de las mamas no es tan efectivo como la mamografía para detectar el cáncer. Por esta razón, no debes depender solamente de los exámenes clínicos de mama para detectar el cáncer.

02. Estudios por imágenes

Los estudios por imágenes son pruebas de detección de cáncer de mama que pueden ayudar a detectar la enfermedad de manera temprana. El momento para comenzar estas pruebas puede depender de tu edad y los factores de riesgo a los que estés expuesta, por esto te recomendamos acudir a un especialista de manera periódica para que él te indique cuando es necesario que comiences a practicarlas.

Dentro de este tipo de prácticas existen tres principales: la mamografía, la ecografía mamaria y las imágenes por resonancia magnética. Consultá con tu profesional para conocer cuál es la indicada para vos.

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Mamografía

La mamografía es una radiografía de la mama empleada para descubrir algo fuera de lo habitual que pueda no percibirse al tacto.

Las mamografías habituales son las mejores pruebas con las que cuentan los médicos para detectar el cáncer de mama en las etapas iniciales, a veces hasta tres años antes de que aparezcan los síntomas.

¿Cuándo se indica?

La mamografía de control se realiza a partir de los 40 años en forma anual.
En caso de antecedentes familiares de cáncer de mama el médico indicará cuándo comenzar con este tipo de estudio.

¿Para qué sirve?

Está demostrando que la mamografía tiene una alta sensibilidad.
Para detectar lesiones pequeñas que pueden ser cancerosas (nódulos, distorsiones o microcalcificaciones), mucho antes que el médico o la paciente pueda tocarla o reconocer alguna alteración morfológica en su mama.

Ecografía mamaria

Las ecografías mamarias son imágenes de estructuras profundas del cuerpo producidas a través de ondas sonoras.

La ecografía puede usarse por ejemplo para determinar si un nódulo mamario es una masa sólida o un quiste lleno de líquido.

¿Cuándo se indica?

La ecografía es útil para observar algunos cambios en los senos, como masas (especialmente aquellas que se pueden palpar, pero que no se pueden ver en una mamografía) o cambios en las mamas de mujeres con tejido mamario denso.
También puede utilizarse para analizar un área que se observó en una mamografía y que causa sospecha.

¿Para qué sirve?

La ecografía es útil porque a menudo puede indicar la diferencia entre quistes llenos de líquido (con baja probabilidad de tratarse de lesiones cancerosas) y masas sólidas (que podrían requerir más pruebas para descartar cáncer).
La ecografía está ampliamente disponible, es fácil de hacer y no expone a la persona a radiación.
También cuesta menos que muchas de las otras opciones.

Imágenes mamarias por resonancia magnética

El equipo de resonancia magnética usa un imán y ondas de radio para producir imágenes del interior de las mamas.

Antes de la resonancia magnética de mamas, se le aplica al paciente una inyección con un tinte. A diferencia de otro tipo de pruebas de diagnóstico por imágenes, la resonancia magnética no usa radiación para crear las imágenes.

¿Cuándo se indica?

La resonancia magnética se utiliza en algunas mujeres con alto riesgo de tener cáncer de mama, ya sea por antecedentes familiares u otros factores de riesgo, en estos casos se la recomienda junto con una mamografía anual.
No se la recomienda como prueba de detección por sí sola, ya que podría no detectar algunos casos de cáncer que la mamografía si encontraría.

¿Para qué sirve?

La resonancia magnética de las mamas es una herramienta de detección de cáncer de mama utilizada en mujeres con alto riesgo de padecer cáncer de mama.
Esta prueba capta múltiples imágenes del tejido mamario para examinar el interior de las mamas, ayudando a evaluar pequeñas masas internas de mejor manera que una mamografía o ecografía.
Si bien es un examen sensible, una resonancia magnética de las mamas puede igualmente omitir algunos tipos de cáncer de mama que una mamografía si detecta.

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Referencias: