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Según las estadísticas de la ONG bullying sin fronteras, los casos de bullying en el mundo siguen creciendo. En el 2022 se registraron más de 50 mil casos en Argentina, posicionándose en el 5 lugar con más casos a nivel mundial, precedida por México, Estados Unidos, España y Brasil. Todavía no tenemos los números oficiales del 2023 pero en el primer semestre del 2023, los casos iban en aumento. La infancia y la adolescencia están en una situación crítica.

¿Qué es el bullying? 

La mejor definición de bullying es que es VIOLENCIA. No hay mejor forma de explicarlo. Es un tipo particular de violencia en la que hay una diferencia de poder y se utiliza esa diferencia para hostigar sistemáticamente a alguien. 
La particularidad del bullying, frente a otros tipos de acoso, es que se da entre niños/as y adolescentes, y generalmente se produce en contexto escolar o similar.

El bullying es sistemático, reiterado, y dirigido a una persona o grupo de personas en particular.

Imagen ilustrativa aula de clases

La diferencia de poder se da porque la víctima es más pequeña o débil físicamente, o psicológicamente menos resiliente, o proviene de un estrato socioeconómico inferior, o algún vínculo con otros que le confieren poder, o una característica diferente que es vista como algo peyorativo, por ejemplo. Uno de los temas que más casos ha registrado en el último tiempo es el hostigamiento por la orientación sexual de la víctima.

Otra forma de agresión, que pasa más desapercibida porque es más sutil, es la de desparramar rumores falsos. Es una forma de agresión muy frecuente especialmente entre en las mujeres adolescentes.

El efecto de la tecnología

El efecto de la tecnología imagen ilustrativa

La tecnología también está haciendo estragos. Hoy los chicos y especialmente los adolescentes tienen acceso a contenido ilimitado y con muy pocos filtros.

La sociedad está cada vez más violenta, y eso se refleja también en el contenido de los medios de comunicación y 
especialmente de las redes sociales en las que no hay control ni aprobación del contenido.
La tecnología se ha convertido en un lugar propicio para el hostigamiento. Es más fácil para el agresor, porque está más 
protegido, da menos la cara. A este tipo particular de acoso se lo llama Ciberbullying. Y se manifiesta de múltiples maneras 
como publicar contenido sensible y privado de otra persona, enviar fotos de contenido sexual o amenazante, hacerse pasar 
por otra persona para hacer quedar mal a la víctima, excluir intencionalmente a alguien de un juego en línea, o crear grupo 
anónimos en los que se critica a una persona o a un grupo, entre tantas otras.

Cómo detectar si tu hijo/a es víctima de bullying

Muchas veces el bullying se desarrolla de manera silenciosa. Por eso es importante estar atentos, disponibles, conectados con nuestros hijos, preguntarles como les fue en el colegio, que fue lo mejor y lo peor que les pasó, es estar atentos a la manera en que se comunican con sus pares sin invadir su privacidad.

Para ello podemos:

Ícono Juegos en Línea

Observar la dinámica que tienen con sus pares, por ejemplo, preguntarles con quiénes estuvieron hoy en el colegio u observar la dinámica mientras juegan a la playstation o en una reunión de amigos, sin invadir la privacidad.

Ícono Ropa

Estar atentos a si llega con la ropa sucia o rota, o le faltan cosas, o tiene moretones, golpes, está retraído, irritable, llora sin motivo, tiene cambios de humor repentinos.

Íconos Útiles Escolares

Identificar si no quiere ir al colegio. Se enferma frecuentemente. Baja repentinamente su rendimiento escolar. Tiene dificultad para dormir, pesadillas, perdió el hambre. Se aísla.

Ícono Emociones

Mirar las expresiones y el estado de ánimo con los que llegan del colegio.

Ícono Cambios de Actitud

Observar si cambia de manera abrupta, como si fuera “otro chico”.

En definitiva, un chico que es víctima de bullying la está pasando muy mal.

Cómo ayudar a nuestros hijos

Como madres y padres tenemos un rol clave. Hay mucho que podemos hacer.

Lo primero es hablarles de este tema, explicarles lo que es, el daño que produce. Educarlos con base en el autocuidado y el cuidado de los otros, el compañerismo, el respeto y la diversidad como valores centrales de la educación. Tenemos que explicarles además, que si son testigos de una situación de Bullying tienen que involucrarse, ayudar, pedir ayuda.

Y además, tenemos que armarles un escudo protector que les va a servir no sólo para el bullying sino para la vida. Hay algunos pilares que como padres tenemos que desarrollar en nuestros hijos:

Ícono uno

Una autoestima saludable, enriquecida. La autoestima se va desarrollando a lo largo del tiempo con las respuestas que los niños van teniendo a su existencia. Una autoestima saludable significa que el niño crece seguro y confiado de su valor, que lo respeta y lo hace respetar.

Ícono dos

Herramientas para la regulación emocional, es decir que los niños puedan detectar y reconocer las emociones, y aprender a transitarlas eligiendo maneras asertivas de responder a lo que les pasa. Todo niño tiene derecho a enojarse, pero no tiene derecho a lastimar o lastimarse cuando está enojado.

Ícono tres

Límites amorosos y asertivos. Porque en esos límites que nosotros les vamos poniendo, ellos van encontrando también la manera de regularse y de poner límites a otros.

Ícono cuatro

Desarrollo de vínculos de confianza, con al menos una persona significativa, que funcione como refugio, al que puedan volver cada vez que lo necesiten.

Es importante considerar que el bullying no es un tema de niños, es un tema de adultos. Hay niños sufriendo y los adultos tenemos que hacernos cargo. En este tema nunca mejor aplicada la frase “o sos parte del problema, o sos parte de la solución”, no hay términos medios.

Lic. Guadalupe del Canto
Psicóloga con orientación en terapia cognitiva, especialista en bienestar, reproducción y crianza
(MN 70606)