Acudir al consultorio con un plan básico puede ayudarte a aprovechar al máximo la consulta médica, así sea un turno con un doctor nuevo o con el doctor que venís viendo hace años.1
Para una consulta ideal, es igual de importante que médico y paciente trabajen de forma conjunta para llegar al tratamiento que más se adecúe a las preferencias de cada paciente.1 Esto se logra con comunicación honesta de ambas partes acerca de todos los temas que puedan surgir en la consulta como síntomas, información sobre la enfermedad o diferentes opciones de tratamiento.1,2
La relación médico-paciente se va construyendo durante las consultas, donde interactúan diferentes responsabilidades y factores tanto de los profesionales de la salud como de los pacientes.1,2
Compañerismo:
Crear un ambiente amistoso, abrir el espacio a consultas o dudas y explorar las preferencias del paciente a la hora de elegir tratamiento.1
Mirada Holística:
Escuchar atentamente al paciente, ser respetuoso y no tener prejuicios.1
Atención médica:
Garantizar continuidad de atención y promover que el paciente tome control de su enfermedad. Dar instrucciones claras sobre el tratamiento o para el cuidado posterior y permanecer en contacto después de la consulta (vía mail, WhatsApp, etc.).1
Información adicional:
Darle al paciente folletos o páginas web relevantes para su enfermedad o tratamiento.1
Honestidad:
Ser sinceros y hablar abiertamente sobre sus problemas de salud y/o síntomas, automedicación, otros tratamientos y problemas psicológicos.1
Preparación:
Ir preparados a la consulta con una lista de temas o preguntas, un diario de síntomas.1
Planificación:
Planificar si van a necesitar un acompañante que los ayude en la consulta y llamar con antelación en caso de no poder acudir a la cita.1
Motivo de consulta:
Tené en mente el motivo por el cual decidiste solicitar un turno. “¿Es un control de rutina?”, “¿Tengo un síntoma nuevo?”, “¿Necesito renovar recetas de mi medicación crónica?”, “¿Debería aplicarme la vacuna antigripal?”.2
Diario de síntomas:
Es importante llevar una lista detallada de los síntomas que solés presentar, así como también si apareció un nuevo síntoma.2
Anotá o llevá la medicación que tomás habitualmente.2
Si tenés estudios por imágenes o historias clínicas de internaciones, llevalas a tu consulta.2
Llevá escrito lo que querés preguntar
Aprovechá la consulta para resolver las dudas que tengas.2
Solicitá a un familiar o amigo que te acompañe si pensás que vas a necesitar ayuda o apoyo durante la consulta.2
Documentación
No olvides llevar la documentación necesaria para tu consulta (documento de identidad, carnet, etc).
Tomá notas:
Pedí que te aclaren algo si no lo entendiste. Lo más importante es que no te queden dudas.2
Sé honesto sobre tu motivo de consulta:
No exageres los síntomas, pero tampoco los minimices. Sobre todo, no te avergüences de hablar de tus síntomas, la consulta es un espacio de confianza.2
Mencioná qué conductas tomaste para aliviar los síntomas:
Si tomaste algún medicamento o si acudiste a medicina alternativa. Toda información que puedas aportar sobre tus síntomas es útil para tu médico.2
Contexto psicosocial:
No olvides mencionar otros aspectos relevantes de tu vida, no sólo tus síntomas o la enfermedad. Muchas veces, los síntomas que presentamos pueden aparecer o modificarse por eventos de nuestra vida como una fecha de entrega en el trabajo, una discusión con un familiar, un examen importante, etc.2,3
Expectativas:
Hablá con tu médico sobre qué te gustaría lograr en esta y en las futuras consultas.2
Si te vas de viaje:
Realizá un chequeo con tu médico de cabecera antes de un viaje. Consultá si el país o la región a la que viajás necesita alguna vacuna.
Renová recetas de tu medicación crónica.
Chequeo médico:
Un aspecto importante de la consulta es el chequeo de signos vitales y otras mediciones. Es probable que tu médico mida altura, peso, presión arterial y ritmo cardíaco. Es el momento en el que se hace screening o tamizaje de ciertas condiciones como hipertensión arterial, obesidad, sedentarismo y actividad física.
Estudios diagnósticos:
La cita con el médico es el momento ideal para analizar los estudios recientes que tengas, ya sea por control de rutina, por un tratamiento crónico o para diagnóstico.
Tratamiento:
El mejor tratamiento se logra en conjunto entre el conocimiento del profesional de la salud y las preferencias del paciente.
“¿Realmente necesito este tratamiento?”
A menudo, el tratamiento de primera línea para múltiples patologías es un cambio de estilo de vida.3 Esto involucra modificar algún aspecto de nuestras vidas que pueda estar causando los síntomas, como elevar la cabecera de la cama, bajar de peso, dejar de fumar tabaco o empezar a hacer ejercicio regularmente.
Adherencia al tratamiento: luego de la consulta, debemos comprometernos a continuar con el tratamiento elegido o a seguir las indicaciones del médico.2
Informá resultados:
Si tu médico indicó que realices algún estudio, contactalo cuando recibas los resultados. Puede ser por mail, por teléfono o en una nueva consulta médica.2
Anotá información sobre tus síntomas, a modo de preparación para la próxima consulta.2
Solicitá un nuevo turno de acuerdo a las indicaciones de tu médico.
La frecuencia de las consultas varía en base a preferencias personales, disponibilidad de turnos y pautas de seguimiento para cada patología o tratamiento. “Los resultados me dieron bien, ¿cuándo tengo que volver al consultorio?” “¿Tengo que hacer seguimiento con una nueva consulta o un nuevo estudio?”.
En cualquier momento, podés consultar con otro profesional de la salud para una segunda opinión o si no estás conforme con la atención recibida.2